Juguemos. Hace ya cerca de 15 años nos encontramos por primera vez, convocados por nuestros hijos y nuestras hijas a buscar nuevas formas de encuentro. Nos sumergimos en un luminoso universo de juego, libertad y propósitos compartidos, donde vimos brillar las almas individuales alrededor de un grupo de maestros y maestras intentando lograr una abundancia que sólo parecía plasmarse visiblemente en el ámbito pedagógico. En las relaciones económicas todos y todas perdíamos el brillo y el juego, o sólo asomaban tímidamente en algún rincón social.
Le preguntamos a la cultura, la que da forma a la búsqueda de un devenir más libre, inclusivo y fraterno. Encontramos que la propuesta era la experiencia, no un tutorial de TikTok con un paso-a-paso. Y nos dimos cuenta de que no sabemos lo que creemos que sabemos. La experiencia era con todos y todas, reconociendo lo más profundo de cada uno y cada una, preguntándonos para desaprender y encontrar las respuestas más hondas y verdaderas, esas no que surgen de la suma de respuestas individuales, si no de la luminosidad colectiva y diversa, en esa elástica línea que vincula nuestras polaridades. El camino a la abundancia parecía estar ahí: lo social como proceso hacia lo económico.
Durante muchos años pensamos como hacer para traer ese espíritu a nuestros espacios de encuentro. Vimos que cuanto más nos desconocemos, más lejos nos sentimos. Aunque nuestros hijos y nuestras hijas compartan la misma maestra, y nosotros y nosotras compartamos un propósito, esto nos hace más difícil escucharnos y mucho más dificil encontrar consensos. Se hacen presentes diferentes ideales culturales, políticos, de crianza.
Si los niños y las niñas iban a estar verdaderamente en el centro, nos propusimos mantener vivo algo de su espíritu, su andar liviano y unido, que cuando juega se desarma y aparece lo verdadero, las caras se iluminan, los cuerpos se activan, la mirada se abre, la atención se hace plena y la otredad se hace presente.
El año pasado en Ionkos materializamos un sueño de muchos años de plasmar estas ideas en una herramienta que nos facilite a los adultos y las adultas recuperar algo de esa mirada lúdica, sin tanto juicio.
Constelación nos da la oportunidad de conocer al otro, desde otro lugar, sin armaduras y en su intimidad. Desestructura formas que creemos estáticas, para darles vida y movimiento, sembrando reflexiones que traen nuevas ideas que renuevan las que ya existen. Pone en la luz los hilos que existen y van tejiendo una nueva trama para el grupo, que pone en el centro la educación y evidencia la abundancia que hay en las voluntades individuales a su alrededor.
Ahora nuestro sueño es que este juego esté presente en todas las comunidades que nos acompañan en el desarrollo de nuestro programa nacional de economía en comunidades pedagógicas autogestivas, y creemos que vos podés acompañar este sueño. Si compartís nuestro objetivo y deseás fomentar en tu escuela este tipo de encuentros verdaderos y creativos, podés comprar un juego o invitar a otras familias a realizar una compra colectiva. Sólo quedan 4 juegos de nuestra preventa limitada y el valor de cada juego es de $ 14.567.
Si querés conocer más el juego Constelación entrá en esta página.